Para todos los que creyeron que tener un hijo con síndrome de Down era una “maldición del cielo” o una “desgracia de por vida” y que la «mejor opción» es el aborto.
La siguiente noticia promete causar revuelo a todos los que apoyan desmesuradamente el aborto.
Tener síndrome de Down no es una limitación, sino un desafío. Esta situación fue aceptado por los padres de John Cronin, un joven de 21 años, que nació con un cromosoma extra y que actualmente, ha logrado un negocio millonario, a través de su ingenioso negocio de calcetines locos.
Esta idea fluyó mientras John conversaba con su padre acerca de su futuro, ya que pensaba emprender un negocio cuando terminará la secundaria.
“Mi primera sugerencia fue hacer un negocio divertido, pero no sabíamos qué producto vender. Pensé que podía empezar con un camión de comida, pero había un problema con esa idea: “No sabemos cocinar”, relató John.
Mark, el papá de John, “Toda su vida John había usado calcetines coloridos y locos, era algo que le encantaba y entonces sugirió que deberíamos venderlos”. A partir de esta idea es que nace el negocio de los calcetines.
Con cerca de 1.400 tipos de calcetines diferentes de dibujos y caricaturas, que van desde gatos y perros, hasta la cara de Donald Trump.
En un año, «John’s Crazy Socks» («Los calcetines locos de John»), han generado ingresos por US$1,4 millones. Además, han conseguido otros US$30.000 para obras de beneficencia, a fin de ayudar a instituciones como la Sociedad del Síndrome de Down y la del Autismo en EE.UU.
“Yo creo que no es suficiente vender un servicio o un producto. Creo que debe haber valores asociados al producto y nosotros tenemos un modelo de negocio que muestra eso”, añadió John.
Calcetines locos dona el 5% de las ganancias a las Olimpiadas Especiales, especialmente que organiza eventos para personas con dificultades en el aprendizaje.
Uno de sus grandes desafíos es entregar calcetines diseñados a gusto del cliente y poder abrir su primera tienda física. Además, desea abrir nueva empresa que produzca contenidos multimedia, nadie detiene al gran John.
Tan solo recordemos los inicios de la empresa envía cientos de pedidos junto a una bolsa de dulces y una tarjetita con un GRACIAS escrita a mano.
En naciones como Islandia han hecho un alto a las prácticas abortistas, especialmente contra aquellos bebés que tienen una copia extra del cromosoma 21.