El día de ayer, desde muy temprano el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump se pronunció sobre el Día de la Libertad Religiosa, defendiendo la fe del pueblo americano.
Tras cumplirse 232 aniversarios de las personas que son víctimas del laicismo imperante en el país, el magnate emitió un comunicado desde la Casa Blanca, apoyando a las víctimas que han sufrido sanciones por mantener su fe intacta contradiciendo así la ley.
Recordemos que cuando Estados Unidos, bajo la dirección de Barack Obama empezó a aprobar leyes que complacía todos los caprichos LGBTI, miles de personas que se negaban a seguirles el juego tenían luego serios problemas con la justicia, pues eran acusados de homofóbicos.
Un ejemplo de ello fue cuando el pastelero Jack Phillips, se negó en el 2012 a realizar una torta para un matrimonio gay debido a sus creencias religiosas. Esta decisión le causó serios problemas con la justicia norteamericana.
“Ningún estadounidense, ya sea una monja, una enfermera, un panadero o un empresario, debería verse obligado a elegir entre los principios de la fe o la adhesión a la ley”, sostuvo Donald Trump
Uno de los miles de casos que ocurren en Estados Unidos y en diferentes partes del mundo, donde los privilegios homosexuales pisotean perversamente la fe de miles de personas.
Por ello, Donald Trump ha decidido recordar la historia cuando las personas tenían que buscar refugios por la persecución religiosa que se vivía años atrás.
“Nuestros antepasados creían en la verdad eterna de que la libertad no era un regalo del gobierno, sino un derecho sagrado del Dios Todopoderoso”, señaló Donald Trump.
Desde 16 de enero de 1786, la Asamblea General de Virginia aprobó el Estatuto de la Libertad Religiosa de Virginia, este proyecto de ley fue escrito por el ex presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, quien declaró que:
‘Todos los hombres serán libres de profesar y sostener sus opiniones en asuntos de religión, y de que los mismos no disminuirán, agrandaran ni afectarán a sus intereses civiles’”.
Por eso que a partir del 16 de enero del 2018, el presidente Trump ha proclamado por todo lo alto el Día de la Libertad Religiosa agregando que:
“Todos los estadounidenses que conmemoren este día con eventos y actividades que nos recuerden nuestra herencia compartida de libertad religiosa y que nos enseñen a asegurar esta bendición tanto en nuestro país como en el extranjero”.