Una verdadera lástima, que universidades en Estados Unidos que antes se regían por los principios y los buenos valores, hoy le abran las puertas al libertinaje y lo inmoral.
Este es el caso de la universidad Georgetown, donde se acaba de aprobar el proyecto para crear residencias (habitaciones) exclusivas para la comunidad de Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales (LGBTI).
Es decir que se existirán nuevos pabellones, donde podrán vivir estudiantes confundidos e interesados en explorar su identidad de género y sexual; todo esto gracias a la excusa barata de tener visión jesuita de tolerancia.
Esta decisión no ha sido tomada de la noche a la mañana, ya que desde abril del año pasado las altas autoridades de la universidad recibieron la desquiciada solicitud para la creación del nuevo campus LGBTI para este 2018.
Pero recién a finales de diciembre, la directora de la universidad, Kathie Heather decidió aceptar esta descabellada idea.
“Esto significa que los estudiantes, ahora tendrán la oportunidad de ser residentes de un espacio único en que podrán explorar y entenderse a sí mismos en sus relaciones de género y sexo”, expresó la directora de la universidad, Kathie Heather.
Pero como era de esperarse, los que estuvieron detrás de esta terrible decisión ha sido la comunidad gay, quienes crearon una campaña para exigir y presionar a la universidad en que deje de financiar movimientos católicos por ser considerados homofóbicos.
Sin duda alguna, una patraña más de los colectivos homosexuales que siempre buscan victimizarse o amedrentar a la personas. Esta vez su juego les salió a la perfección, ya que los altos directivos de la universidad han cedido ante sus nuevos caprichitos, sin medir las verdaderas consecuencias que esto traerá en poco tiempo