Japón, empieza a sufrir las terribles consecuencias de legalizar el aborto. Convirtiéndose ahora en un país con una tasa de natalidad muy baja.
En el país del sol naciente, el aborto está legalizado y respaldado por la Ley de Salud Materna, donde señala que este acto repudiable está permitido hasta las 21 semanas de gestación, por ello es completamente normal que mujeres asistan a clínicas de maternidad para interrumpir su embarazo.
En la actualidad, Japón cuenta con una población que sobrepasa los 125 millones de habitantes, siendo representada por el 27,2% por personas de 65 años a más, mientras que las personas de 14 años a menos cayeron al 12,7% de la población, siendo este una cifra alarmante para las autoridades niponas.
Este país primermundista aprobó sin ningún reparo el aborto, pero lo que no pudieron prever es que esta despiadada ley les traería catastróficas consecuencias.
En otras palabras, existen en la población más ancianos y personas adultas, que jóvenes y niños, generando esto en unos años que este país se convierta en un lugar sin jóvenes que puedan sostener el futuro de la nación.
Pese a que diferentes gobiernos han intervenido constantemente durante muchos años, alentando a las familias a tener más hijos, pero tal parece que esto no es una buena alternativa para la nueva generación de familias japonesas, ya que la población sigue disminuyendo y envejeciendo.
Esta dura y triste realidad lo está viviendo en carne propia una de las grandes potencias del mundo, pues está siendo condenada a envejecer en muy pocos años.