Fiel a su estilo, el politólogo y escritor argentino, Agustín Laje no tiene “pelos en la lengua” y nuevamente desenmascara las sucias intenciones de los promotores de la ideología de género.
Como ya sabemos, el escritor es un fiel defensor de la vida y la familia, por ello no duda ningún instante en poner en evidencia todas los delirios mentales del colectivo LGBTI.
“La ideología de género es un conjunto de ideas anticientíficas con propósitos políticos que busca paulatinamente desarraigar la sexualidad humana de su base natural para dejar toda la explicación al monopolio de la cultura”, señaló Agustín Laje.
Como en muchas oportunidades Agustín Laje ya explicó, que la ideología de género proviene de la nueva izquierda que busca igualarnos en términos culturales como en el caso del género, donde pretenden imponernos diciendo que el hombre y la mujer son iguales, pero esa realidad es completamente falsa, ya que no somos biológicamente iguales ni mucho menos psicológicamente.
Asimismo, el argentino ha manifestado que organizaciones internacionales como la ONU, Unesco y Unicef apoyan abiertamente la agenda LGBTI, porque tener una población transexualizada es un negocio redondo y multimillonario, pues quienes se dedican a producir y vender hormonas para el cambio de sexo.
Agustín Laje señaló que: “La ideología de género es excremento vendido en una caja de bombones”, porque lo que vende este movimiento LGBTI es una mentira, ya que desean que todos piensen que gracias a la ideología de género un país puede vivir en el liberalismo.
Pero, lo que niegan los grandes lobbies LGBTI, es que la ideología de género es una liberación tiránica, que solo trata de complacer a un pequeño sector de la población que tiene trastornos de personalidad.
Por otro lado, el argentino ha advertido que si seguimos los pasos de los países de “primer mundo”, podemos caer en la ridiculez, porque si un gobierno aprueba la agenda LGBTI, sería una amenaza para el país.
Un ejemplo claro que mencionó Agustín Laje , ocurrió en Gran Bretaña, donde un hombre de 56 años se autopercibe como una niñita de seis años, por ello se vistió como una menor de esa edad y asistió descaradamente al Kinder Garden (jardín de infancia), deseando tomar las clases al igual que todos los niños.
A simple vista y criterio de cualquier persona, se creería que el señor tiene un problema mental, pero si decimos la verdad para poder ayudar a esa persona, corremos el riesgo de ser denunciados y encarcelados en cualquier parte del mundo.
Ahora, las personas que son oprimidas en los países de primer mundo gracias a la despiadada ideología de género, solo les queda decir que es normal que un señor de 56 años, se sienta como una niña de seis y sobretodo deben aceptar que indefensos niños compartan el aula, siendo expuestos a ser traumatizados por este demente con alucinaciones mentales.