Luego que, una de las trabajadores del metro de Londres, Transport for London (TLF), lanzará un inocente comentario: «no sonaba como una señorita», al darse cuenta que la voz del pasajero del subterráneo no armonizaron con su nombre brindado; la agencia tomó cartas en el asunto.

Tranquilos, no fue despedida, pero sobre ella sea depositado todas las miradas, a fin que evitar un nuevo berrinche de una Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intrasexuales (LGBTI). Ya nos dimos cuenta que este colectivo no tiene “nada de control sobre las autoridades”, por ese motivo no analizaron el caso para proceder con ciertos extremismos.

Claro, como para ellos les resulta «fácil identificar» a los distintos géneros que fueron creados como por ‘arte de caprichos’ de LGBTI. 

Esto fue lo que ocurrió

Como un día cualquiera, la trabajadora (no se ha revelado su nombre) fue a trabajar como era de costumbre, sin imaginar que a su ventanilla, llegaría un ciudadano especial y muy sensible llamado, Aimee Challenor, es una mujer transgénero de 19 años.

Cuando Challenor llegó a la ventanilla para pagar con tarjeta inteligente, la operadora preguntó por su nombre, en eso Aimee respondió, pero su voz no encajaba con el dato brindado, a lo que la operadora manifestó: “la mujer de 19 años, no sonaba como una señorita».

Challenor, se sintió afectado y se fue con “papito” el alcalde de Londres, Sadiq Khan, para pedir que se disculparán por el roche que pasó. A lo que el asustado alcalde se lanzó con una promesa: “generaremos conciencia en la agencia de tránsito, en especial con los trabajadores y así fue.

“Si esto ocurre con frecuencia, le enviaremos recordatorios al personal”, señaló.

Ahora, después de largos seis meses, en toda la línea los trabajadores tienen prohibido saludar a los pasajes con un: ¡Buenos días, damas y caballeros!; es una pena, que se haya reemplazado con: ¡Hola, a todos!, prácticamente como robot con tanta neutralidad. Pero eso no es todo, sino también con los anuncios y publicidades del metro.

Algunos de sus clientes que han mostrado su fastidio e incómodos por esta nuevas medidas, no les vasto cubrir todo el estacionamiento con los colores del colectivo LGBTI, sino que ahora se dan tiempo para atender estas absurdos problemas.

Publicación en Facebook

“Estoy en desacuerdo con nuestro alcalde de Londres. La ciudad tiene tantos problemas y los anuncios en el transporte no es uno de ellos”, manifestó un  londinense.

“Ridículo, ¡¿Qué tiene de malo ‘damas y caballeros’?!, publicó otro usuario.