Tras el suicidio de la “niña” transgénero Jane Marie Georgia, de 13 años, se abre las puertas al debate del cambio de sexo en los niños de los estadounidense. Este es el principio que deben tomar todos países.

Cuando sus padres, Matt y Erin, se enteraron que tendrían una niña le colocaron el nombre: “Jane Marie Georgia”, pero nunca vieron venir que durante su adolescencia su pequeña hija sufriría de depresión y ansiedad, lo que le llevaría a tomar la decisión de cambiarse de nombre por Jay Griffin.

Pero ¿qué le llevó a tomar esta decisión?

El psicólogo de cabecera les recomendó asistir a una terapia de grupo y comenzaron asistir desde febrero. Jane estuvo tomando medicamentos para cambiarse de sexo y ser Jay por completo, como si esto fuera la solución a sus problemas a sus altibajos.

“Jay no estaba listo para salir al mundo de esta manera en sexto grado. No estaba realmente listo, estas fueron las palabras de sus padres.

Su cambio de nombre y sexo eran la lucha y desafíos que tuvo que afrontar Jay, sino era un activista de LGTBI. Muy intensa por convencer a todos de como se debe nombrar al a las personas.

Los padres de Jay están en desacuerdo con los colectivos LGTBI que no son aceptados por la sociedad. Para Walt Heyer, el extransexual, opinó con respecto a este lamentable caso:

“Esto una prueba de que los problemas que impulsan el deseo de identificarse con el sexo opuesto no se resuelven con el cambio de género, sino que apuntan a la existencia de un trastorno más profundo”.

En los EE.UU. la tendencia de suicidio trans es elevado borda aproximadamente el 45%, pese a que la familia, amigos e incluso su entorno los aceptan, este grupo es más acto. Estos problemas psicológicos deben ser tratados por un especialista porque esto esta en la mente y no en el cuerpo, ya que debe de tratarse de una disforia de género.