Baby Bee Hummingbirds es la empresa que por años ha fabricado joyería de “recuerdo”, pero que una ola de críticas los han lanzado al ruedo y hoy descubrimos que parte de sus “joyas precios”.
Están hechas de embriones humanos y de otras sustancias peculiares (placenta y cordón umbilical del bebé, leche materna, cabellos y cenizas de algún ser querido) para sus clientes.
“Están para siempre conmigo en un bello recuerdo”, expresaría Belinda Stafford, una de las madres que solicitó los servicios de la empresa para cremar los embriones que su esposo, quien los habría entregado a fin de tener hijos con ella, así que decidió colocarlos dentro de una joyería, pero en cenizas suena increíblemente loco.
Hay que ser claros, estas técnicas son muy polémicos casi como los audios de Ollanta Humala, pero en este caso en el ámbito de la bioética, ya que se estaría cometiendo un asesinato a un inocente, cada vez más nos deshumanizamos, todo por lucir un nuevo pendiente “significativo”.
“Los seres humanos congelados en etapa embrionaria están vivos, solo se detiene su desarrollo en el tiempo. Los procesos metabólicos que permiten su desarrollo se lentifica considerablemente para mantenerlos en un estado quiescente, sin tiempo, sin futuro, una vida dependiente de la decisión de sus padres de traerlos al presente”, advirtió la Doctora en Biomedicina e investigadora del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina (UCA), Graciela Moya.