El presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), vuelve hacer de las suyas. Esta vez para demostrar lo que debe hacer una autoridad gubernamental, en tiempo de crisis de popularidad ¡Luchito, toma nota!
Si retrocedemos en el tiempo, para hacer exactos unos siete mes, recordaremos la baja de popularidad que afrontaba PPK, era una vergüenza ajena ver las cifras de desaprobación que arrojaban las encuestadoras, donde se reflejaba el poco apoyo que recibía, pero hace un par de días esto cambió.
PPK se levantó como un ave fénix con diez puntos de porcentaje. Antes contaba con 35% y ahora se encuentra con 45% en tan solo 30 días, pero ¿cómo lo hicieron? Esta crecida de popularidad fue durante el dolor que atraviesa nuestro Perú, a causa de los efectos climatológicos provocados por el “Niño Costero”.
Debido a la presencia del Gobierno en las zonas duramente afectadas pudieron despegarse del suelo. Esperemos que, esta buena racha continúe y no se venga abajo por la falta de conciencia de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), por derrochar 10 millones de soles en publicidad.
Pero ¿qué sucede con el decaído Luis Castañeda Lossio? ¿Por qué cayó intempestivamente? Recordemos que se encontraba en 43%, ahora está en 28% de aprobación, es una lástima las cifras que presenta Pulso Perú, de Datum.
Luchito ha venido decayendo desde noviembre del año pasado, ha tenido una desaprobación de 64% por no saber actuar en estos momentos de aflicción en las lugares de emergencia, y un 88% por la locura del ingeniero que defendía a capa y espada el “puente Talavera” que fue superado o desplomado (como dicen el ingeniero de Castañeda) por la naturaleza.
Los PPKonsejitos que debe considerar todos los alcaldes son:
- Como una autoridad las personas tienen que verlos y más aún aquellos que los reclaman y así “aprovechar la circunstancia” (se escucha horrible), pero así hicieron.
- Explotar a tus trabajadores, perdón, poner a trabajar a tu equipo Concejo Municipal y con la prensa (eso sube hasta las rápidamente).
- Finalmente, mandar a callar a todos los enemigos, con mucho sarcasmo e ironía