Agenda abiertamente LGBTI. Canadá estaría enseñando a los niños, que el ser “diferentes” es completamente “normal”, pero esto no es todo, sino que los soldados transgénero expulsados por Trump son bienvenidos en dicho país y el aborto está permitido. Y como la locura no termina, resulta que reclaman para que la eutanasia (muerte asistida) sea un derecho.
Resulta que Shanaaz Gokool, CEO del grupo de pro eutanasia de Canadá, reclama que la ley actual de Ontario dispone una opción de exclusión voluntaria para el cuidado de la salud esencial y básica, en especial para aquellos hospitales que no quieren proveer la muerte. Esto quiere decir, que todos centros de salud están obligados a realizar esta bajeza.
Este “grupo de la muerte”, está presionando para que esto sea un derecho en toda los hospitales de Canadá. Por esto la organización pro-eutanasia asegura que pueden objetar esta legislación antes los tribunales.
Pese a las presiones de los grupos pro eutanasia, el director ejecutivo de Christian Medical and Dental Society de Canadá, Larry Worthen se mantiene firme en defender en que no todas las instituciones estén obligadas a realizar la eutanasia.
“Hay muchos de nosotros que luchan por este derecho, pero lo preocupante es que en una sociedad matar a un paciente es visto como un acto compasivo y misericordioso, pero los que se niegan en realizarlo son calificados de crueles” manifestó Larry Worthen, director ejecutivo.
Según CBC News, 630 personas han muerto en Ontario bajo la eutanasia, pero ninguno ha realizado en algún hospital católico, hecho es completamente condenable para estos grupos que promueven la muerte, ya que exigen que los médicos y enfermeros puedan elegir si desean ser parte de la etapa final de un paciente y no sea decisión de las organizaciones (hospitales).
Reclamó que tiene una doble intención, pues con esta iniciativa estarían obligando a todos los hospitales de Canadá a que realicen la eutanasia, porque la decisión es del médico y no política del hospital.
Pero los derechos de las personas y de las instituciones están vinculadas muy estrechamente.
“Los médicos, enfermeros u otros profesionales de la salud pasan toda su vida al lado del paciente, con el objetivo de ayudarlos y apoyarlos en el proceso de su enfermedad. Solicitar que estos profesionales participen en las muertes de estos pacientes es completamente totalitario e inhumano. Asimismo, ningún individuo debe estar obligado a ir en contra de su conciencia, especialmente en algo tan personal y emocional como la decisión de la vida humana ”, añadió Worthen.
Del mismo modo, Wrothen mantiene su respaldo al derecho de las organizaciones de fe en tener centros que proporcionen una atención de salud según sus creencias, cultura y tradición. Igualmente, señaló que existen muy buenas razones para oponerse a la muerte asistida manifestando que:
“Hemos escuchado historias donde los médicos ya están sugiriendo el suicidio asistido a los pacientes e incluso los alientan a tomar la decisión pese a que estos no están muy seguros de la eutanasia.
Como sabemos, todo deber de un médico es brindar apoyo a sus pacientes, de modo que puedan sentir que vale la pena seguir luchando para sobrevivir.
El ciudadano de a Pie 