Para muchos arzobispos, sacerdotes, religiosos, cristianos y no simpatizantes están de acuerdo que existe una “decadencia moral y humana” a causa de la violencia, el aborto y el desenfreno de la ideología de género. Esto último, ambiciona “usurpar la posición Dios” intentando “cambiar la creación a toda costa”.
La desaparición del respecto hacia la dignidad humana es producto de la corrupción desmedida que acompaña a las autoridades de toda una Nación. Al punto de cuestionar el origen biológico, que intentan con mucha afán corregir.
La semana pasada, que se celebró la “Semana Santa”, muchos de nosotros paseamos por distintos templos por tradicionalismo o simplemente por fe pura; a fin de recibir ayuda Divina. En el último día (Domingo de Resurrección) muchas de las misas entregaron diferentes sermones.
Uno de los sermones que atrajo mi atención fue, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, quién llama a la ideología de género “la pretensión diabólica”. Señaló que: “hoy se pretende enmendar la plana a Dios: tu creación no está bien, y yo la voy a corregir, yo te voy a enseñar lo que es bueno y malo, porque yo soy conocedor del bien y del mal”.
Continuó enfatizando, que esta “pretensión diabólica” contamina a familias, en especial a los niños y adolescentes, generando una catástrofe social y quienes están detrás de la ideología de género, pretenden maquillarlas con supuestas ideas de progreso e incluso como derechos humanos.
“¡Cuidado con la corrupción de nuestra conciencia y la de quienes nos han sido confiados!, ¿qué decir de la más cruel de las violencias: el asesinato de miles de niños en el seno de sus madres. El sufrimiento de los inocentes que son desechados como una amenaza y cuya aniquilación ahora es vista como: como un derecho y no un delito?”, finalizó Cardenal Norberto.