El proceso lento de recuperación del país tras los desastres de la naturaleza, debe ser afrontado con inteligencia y buen planeamiento, para evitar que en años futuros suframos nuevamente de destrucción y desolación.
98 muertos, 133 097 damnificados, 895 489 afectados y 198 220 viviendas afectadas, cifras emitidas por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), que dejan sobre la mesa muchas preguntas por resolver.
¿Donde estuvieron los gobernantes de años pasados que no lograron proyectar el desarrollo de ciudades funcionales? Porque no se invitó o se invita a las instituciones del rubro, cito: colegio de arquitectos y colegio de ingenieros, para escuchar sus opiniones sobre el desarrollo de urbes más seguras para los peruanos. Porque se permitió y se permite que gobiernos locales y regionales den rienda suelta a mafias de terrenos e inclusive empresas privadas para cotizar y vender terrenos en zonas de riesgo.
Las consecuencias catastróficas de este “Niño Costero” son una demostración del altísimo nivel de ignorancia, informalidad y corrupción. Esta es la oportunidad que tiene el gobierno para hacer la diferencia, espero sea aprovechada.
La idea no es construir una carretera en una zona de inundaciones para que más adelante se vuelva a perder; eso es tirar dinero por la borda. Es como si nunca se hubiera hecho una inversión correcta de los recursos de todos los peruanos.
Es hora de replantear, sentarse hacer cálculos y construir alternativas más seguras, confiables y duraderas en el tiempo. Un claro ejemplo: Ecuador es desestimado por nuestro presidente Kuczynski, porque según asevera en Perú no llueve como en Ecuador.
La verdadera reconstrucción del país debe enfocarse en dos lineamientos. Primero, un planteamiento profesional que ayude a desarrollar una ciudad funcional, segura, práctica, con accesibilidad a todos los servicios y que mejore la calidad de vida para todos los peruanos. Con ello ganamos todos.
Esto ayudaría en pequeña parte a reactivar la golpeada economía peruana. También de una adecuada reinversión que impulse el crecimiento del país y así recuperaríamos siquiera medio punto de crecimiento, esto tras la pérdida de los proyectos del Gasoducto Sur Andino o la construcción de la línea 2 del Metro de Lima.
Segundo, mostrar este trabajo de forma transparente desterrando por completo la corrupción, esta es la oportunidad de oro para el gobierno de PPK, siendo claros y sin favoritismos con las grandes empresas constructoras internacionales, esperemos que no olvidando las pequeñas y medianas empresas nacionales que trabajan día a día para salir adelante.
Hora de poner manos a la obra y realizar el verdadero trabajo que demuestre que con una sola fuerza, los peruanos podemos salir adelante. La pelota está en la cancha de PPK.